Aburridos de este interminable invierno, a últimos de mayo buscamos un lugar en la península donde no lleguen las precipitaciones. 
   Años atrás, de visita por el Maestrazgo nos sorprendió este espacio natural tan abrupto como desconocido. Por internet, encontramos un recorrido circular que recorre las zonas más interesantes del mismo.
   Con el mínimo peso y con la alegría de ver el sol nos ponemos en marcha..
   Los primeros kilómetros transcurren por cómodos caminos...
   ... salpicados de aisladas masías o pequeños pueblos.
   A partir de Peñarroya de Tastavins, el camino empieza a coger altura
   Llegamos al collado de las Peñas. Bajamos los asientos y descendemos por una bonita y sinuosa trialera.
   Con las paredes de Masmut como telón de fondo, descendemos los tramos ciclables del descenso. Algunas zonas de la bajada nos obliga a apearnos de la bicicleta.
   Abandonamos tierras turolenses y entramos en la provincia de Castellón.
   Arribamos a Coratxar con la esperanza de tomarnos un cafecito, pero este diminuto y venteado pueblo tan sólo ofrece un rincón protegido donde descansar.
   Sobre el papel nos queda la parte más fácil de la etapa. Pero una tortuosa senda de descenso en la que de nuevo nos "invita" a echar pie a tierra, nos lleva hasta...
   ... el parque natural de La Tinenca de Benifassà.
   Esta primera jornada nos lleva hasta el tranquilo pueblo de Vallibona.
   El segundo día amanece ventoso y soleado.
   En compañía de Jordi, ascendemos las primeras rampas del recorrido, dejando atrás abandonadas edificaciones de montaña y campos aterrazados.

   Tras el obligado cafecito en Pobla de Benifassà, continuamos el pedaleo ahora al borde de los cañones de Ballestar.


   A la entrada del pueblo de Ballestar sufrimos el siempre inoportuno pinchazo.
   Al final de esta tranquila jornada, cena y descanso en Fredes.

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